Una de las más gratas sorpresas fue la baja conflictividad entre los alumnos mientras jugaban. Por las características de nuestros alumnos pensamos que el hecho de enfrentarse a la frustración de ir perdiendo en el juego podía dar lugar a conflictos entre los compañeros y quizás escenas de agresiones físicas. Pero nada de esto sucedió. En el marco de los juegos reglados los chicos pudieron disfrutar de la sana competencia de los juegos y entender que a veces se gana y otras se pierde pero que lo importante es jugar.
Además, la implementación de la Juegoteca fue acompañada por el proyecto de aprendizaje en servicio. Para ello se seleccionaron cuatro alumnos de 6°año como responsables de la Juegoteca junto con la docente coordinadora. Su función consistió en condicionar la sala, preparar los juegos que solicitaba cada docente y controlar que quedaran bien guardados al finalizar las actividades. Fue impresionante ver el grado de responsabilidad con la cual asumieron estos alumnos su función de guardianes de la juegoteca, informando a la coordinadora cuando algún grupo no había dejado la sala y los juegos en condiciones.
Tal fue el éxito de la Juegoteca que, el año próximo, se incorporará un espacio similar para Jardín de infantes apoyado por la Fundación Navarro Viola.
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